Recordaba aquellas 9 horas que marcaron mi memoria con un cicatriz imborrable, a mis 13 años de edad, aquellas 9 horas que solo he contado a mis amigos mas especiales y mis mas seguros confidentes, ese momento que recuerdo cuando la temporada navideña se acerca y veo dividida a mi familia gracias a mis actos deliberados, aunque siendo sinceros, no solo yo tuve la culpa en ese problema, influyeron dos sujetos por demas desagradables, mentirosos y totalmente frustrados al no poder decir lo que siempre sintieron hacia mi, esos dos sujetos miembros de mi familia, un hombre y una mujer que con toda ventaja me arrebataron la poca fé que tenia en mi mismo.
Creo que es momento de escribirlo, siento que será una buena forma de dejar ese recuerdo de lado y sacar lo que en el fondo me esta molestando.
Aquella tarde a la 1:00 pm de un día del cual no recuerdo la fecha, aquella tarde en la que me deje llevar por mis arrebatos estúpidos y sin querer abrí las puertas a mis dos agresores disfrazados, ese dia, hice algo que no deberia haber hecho, algo que detonó sus sentimientos hacia mi y por consiguiente me causó daño, despues de mi tonto acto era logico que ellos no dejarían impune mi "crimen" y menos si era una forma de justificar lo que siempre me habian querido hacer, "crimen" que no merecía ni la mitad de lo que me hicieron pasar.
La violencia no se hizo esperar, al instante el hombre me tomó por el pelo y me levanto de un salto de la silla donde yo me encontraba, me llevo con el hacia el patio y me gritaba mientras temblaba del coraje, traté de safarme pero era inposible hacerlo, su fuerza era muy superior a la mia, sin pensarlo dos veces el hombre me soltó una bofetada en la cara, pude sentir su odio hacia mi, pero en ese momento simplemente sentí que lo merecía, me mantuve inmovil mientras el me miraba fijamente, aun con mi cabello en sus manos, despues de eso pense: -bueno, esto pasará pronto, tuve lo que merecia, ahora llamará a mi madre y le dirá lo que he hecho- que decepcion la mia al mirar que la mujer salia de la casa y venia hacia mi, con la misma mirada de odio que hace unos momentos me habia dejado helado, esta vez ella me tomo por el brazo y me condujo hacia una habitacion de la casa, cerro la puerta con llave y me dejo ahi. En mi mente llegaban pensamientos un tanto locos, como: ¿Acaso soy un delincuente, y es por eso que me encierran aqui? ¿Soy malo y necesitan tenerme encerrado?, en fin, cuando estaba pensando esto, sonó nuevamente la cerradura de la habitacion, era El, con su famoso cinturon de cuero en la mano, un cinturon con una hebilla metalica que no hace falta decir el daño que podia causarme. Sus frias palabras se quedaron grabadas claramente en mi mente: "Ahora te voy a dar tu escarmiento" y asi fue, comenzo a tirar golpes con su cinturon, me tiro sobre la cama y golpeo mis piernas sobre mi pantalon, despues de verme llorar un momento, salió nuevamente del cuarto y cerro de nuevo la puerta, pensé: Se terminó, ya no habrá mas golpes, no quiero mas. Nuevamente mi cerebro se vio superado por las acciones de los dos sujetos, esta vez, la puerta se abrió y pude verlo a El, acompañado de Ella, el con su cinturón en mano y ella a su derecha, el se abalanzo sobre mi con una fuerza brutal y me tiro al suelo, una vez ahí, el sonido del cinturon rozando mis orejas era casi todo lo que podía escuchar, entre golpe y golpe escuchaba sus risas burlescas, ella tomo sus zapatos de tacón y comenzó a golpearme, el volteó el cinturón y con la hebilla me propinaba "mi escarmiento" ellos no hacian distinción entre los golpes en la cabeza, en las piernas o en la espalda, mucho menos en la cara, a ellos no les importaba el daño que pudieran hacerle a un chico de 13 años llorando de dolor y de miedo tirado en el medio de una habitación, solo con sus dos agresores propinandole una golpiza. Después de que se divirtieron gritando, tirando golpes y riéndose de mi, por fin se detuvieron, abrieron la puerta y antes de salir dijeron "Volvemos al rato, por más" cerraron la puerta y me dejaron ahí.
Yo entre llanto y dolor no sabia bien de mi, miré mi muñeca y pude ver mi reloj roto a causa de un golpe con la hebilla, toque mi ceja y mis labios y me di cuenta de que sangraban, mi ojo derecho comenzo a cerrarse a causa de un golpe, fue entonces cuando supe el daño que me habian hecho, subí a la cama cuando por fin logré levantarme, cerré mis ojos y entre el llanto me quedé dormido.
Al rededor de las 6 de la tarde, pude escuchar a Ella hablando por teléfono con una persona, le decía: "Ven por tu hijo, hizo una tontería y nos vimos forzados a darle su merecido... bueno El lo golpeó.... si no se lo quito de encima, lo mata" pensé... Esta mujer es una mentirosa, y es mi madre es la que esta al teléfono, ¡por fin mi madre vendrá por mi! y así fue, mi madre llego a las 9:00 pm después de un largo camino por mi, escuche la cerradura de la puerta, abrí los ojos y ahí estaba ella, nunca en mi vida había sentido tanto alivio al verla llegar, me tomo por el brazo y me dijo "hijo, vámonos" salí por la sala y ahí estaban El y Ella cada uno a un lado de la sala, sin pensarlo pase por entre los dos y pude sentir como me miraban, antes de llegar a la puerta principal escuche las palabras de El: "Lilia, no quiero que tu hijo vuelva a poner un pie en esta casa" a lo que mi madre contesto: "No te preocupes, ni el ni yo volvemos aquí" subí al auto con un dolor intenso en todo el cuerpo y nos fuimos de ahi mientras ellos se quedaban en la puerta mirándome a traves del vidrio con odio total.
Llegamos a casa, conté a mi madre lo sucedido, ella comenzó a llorar, yo comencé a reír, pues entendí la verdadera razón de aquellos golpes, me quite mi camisa y observe los cientos de marcas que tenia en mi estomago, espalda y piernas, mi herida en los labios y ceja, mi madre lloró sin parar toda la noche, y yo no pude hacer mas que consolarla y hacerle saber que yo estaba bien, lo demás, ya es historia.
Debido a que esas dos personas son parte de mi familia, tengo que caminar por las calles de el lugar donde viven aun con el peligro de toparlos por la calle, al principio sentía miedo de solo imaginar que me los encontraría y querrían continuar sus acciones, ahora los encuentro por la calle y son como dos personas nefastas que conocí por ahí, no me causan miedo alguno y creo que el miedo de que eso se repita lo sufren ellos, ahora son ellos los que deberán recibir su escarmiento, cometieron un error enorme, no haber pensado que el tiempo pasa, que todos nos hacemos mas viejos y vulnerables, su mas grande tontería: el no haberme terminado cuando pudieron hacerlo, de esa forma ahora tendrían un temor menos.
El tiempo solo dirá si su castigo llega por mis manos o por las manos de alguien mas, el odio que crearon en mi en mas grande que el de ellos hacia mi persona, hoy los años se han reflejado en ellos y en mi, dándome al arma mas poderosa: la juventud y a ellos la mas grande debilidad: La vejez.
No soy asesino, ni nada por el estilo, pero mi rencor no se va como llegó, solo pido que las cosas se hagan como deben ser, las cosas caen por su propio peso y llegará el día en que ellos caigan.
Son este tipo de situaciones las que te hacen ser como eres, las que te hacen superarte a ti mismo y llegar a romper los limites que te haz impuesto, agradezco enormemente lo que me ha pasado porque gracias a eso, hoy soy el chico que esta escribiendo esto, el que ya no teme a las amenazas y soporta los problemas como si no fueran gran cosa, sin estas situaciones, no sería yo.
hay joven alan :/ a pesar de lo que hicieron
ResponderEliminaresas "bestias" porque es lo que son, esperemos que la vida se los regrese.
todo en este mundo se paga.
Asi es Señor Arturo, esperemos que el tiempo sea justo y les de lo que merecen :)
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